Un accidente se convirtió en un regalo del universo ya que gracias a él he caminado un largo recorrido de auto-sanación y crecimiento personal y he descubierto la Técnica Alexander que me ha devuelto a la vida.
Una historia que me ha llevado a ser quién soy y hacer lo que hago aquí y ahora.
La vida me puso a prueba para conectar con mi propósito de vida: ayudar a muchas personas a recuperar y mejorar su calidad de vida y prevenir futuras dolencias llevando la atención al “uso que hacen de sí mismas” a través de mi experiencia vital desde el amor incondicional.